SÍ A LA PAZ







El pasado viernes 4 de marzo, el IES Mar Menor emitió en directo un manifiesto en el que todo el personal educativo de nuestro centro  se  posicionó contra la violencia y las guerras. Además, se brindó un especial apoyo a nuestros alumnos rusos y ucranianos, así como a sus familias. Durante el acto, guardamos un minuto de silencio para solidarizarnos con todos aquellos que sufren las consecuencias de este absurdo enfrentamiento.      

Además, nuestra AMPA  ha solicitado la colaboración de voluntarios que quieran participar en un aula de acogida. El objetivo es ayudar a las familias ucranianas a aprender el idioma y las costumbres de España, para facilitar su integración. En el siguiente enlace, podéis acceder a la noticia de la Cadena Cope, en la que se hace difusión del enorme éxito de esta iniciativa:

La Cope en el Ies Mar Menor

Por su parte, El Departamento de Religión, en colaboración con Cáritas San Javier y Santiago de la Ribera, organizará una recogida de artículos de primera necesidad, para ayudar a los desplazados que están llegando a nuestro municipio.                        

Antonio Gómez Carrillo, escritor y antiguo compañero del IES Mar Menor, ha dedicado un poema a las víctimas del terrible conflicto bélico que está teniendo lugar entre Rusia y Ucrania.                  

                                                                                                                                                                                          



TU MIRADA

Escuché atento tu mirada, 

bajo la lluvia de estrellas

inmunes a la tragedia desdichada.


Me hablo con claridad;

tus ojos susurraban

lo que tu lengua callaba.

La fosa de tu boca 

permanecer abierta

en la noche silenciosa,

reprimiendo el grito

que el miedo colectivo

oculta entre sombras sigilosas,

ahogándolo en un suspiro,

y a romper no se atreve,

siquiera en un quejido.


Mas, tus ojos,

tímidos, pero valientes,

con elocuencia creciente

gritan, expresan y proclaman:


Que, el amor, aun lejano,

es el que a luchar te llama.

Es la energía que enciende a los corazones cercanos,

el que te impulsa y mueve a pelear con uñas y dientes.


El que inspira al poeta,

que escribe en su ratonera

 a que en batalla muera,

empuñando una bayoneta.


Claman las voces de inocentes;

los que sufren bajo el hacha,

los que cruzan fronteras,

los que bajo tierra se esconden,

los que mueren en la batalla,

y se entierran en trincheras.


Despierta ese oso cavernario

sediento de sangre nueva;

embriagado de soberbia.

Embutido en traje de arrogancia

abre sus fauces fétidas,

expulsando viejas proclamas,

rencillas de zares y reyes,

muertas, enterradas y olvidadas,

ahora, mal resucitadas,

para dictar odio y pena de muerte.


Maldice y condena a su gente

cortando la lengua, 

de la juventud valiente,

encerrando los pensamientos,

de la multitud independiente.


Entre los necios se jacta

de expandir su manto de miedo

entre carroña putrefacta,

que se extiende por doquier

entre escombros y metralla,

abandonados en cunetas,

bajo el humo negro de los carros

que rugen a máquina vieja.

Cuerpos sin rostro desmembrados

hijos añorados de la tierra

enterrados en lágrimas secas.


Tus oídos están sordos,

atorados de ira y recelo;

ciegos han quedado tus ojos

por la sangre derramada.

No escuchas el lamento de las almas,

ni las propias, ni las ajenas,

que gimen desconsoladas.

[...]

Para esta condena, 

no hay remedio conocido

ni plegaria que le reza.

[...]

Antonio Gómez Carrillo