COMPARTIENDO HISTORIAS



Farah Gil Morales y Clara Romero Paniagua de 1º ESO CX. quieren deleitaros con un relato que han creado para el Cuaderno de Bitácora. Atención que no tiene desperdicio.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          GAME OVER
                                                                                                                                                                            Era una mañana oscura y tormentosa. El viento aullaba con fuerza y los truenos retumbaban cual redoble de tambor.

"Había una vez una niña llamada Tina. Tenía 7 años y había sido maltratada en el número 90 de aquella calle donde vivía con su familia. Al final ocurrió la tragedia: un día hallaron muerta a la niña en el baño. Nunca se supo la causa de su muerte. Desde entonces, todo el que entra en la casa acaba muriendo en extrañas circunstancias. Hoy hubo una noticia sorprendente: ¡Lovesoldado32 ha entrado en la casa y ha sobrevivido! Así ha acabado con el espíritu de la niña. ¡Gracias Lovesoldado32! Ahora, nuevo jugador, ¿serías capaz de pasar por la experiencia de Lovesoldado32?"

Ese mensaje apareció en la pantalla de la tablet de Lorie, quien lo leyó y le dio a aceptar. ¿Qué podía haber de malo en un juego? Nada, ¿verdad? En cuanto Lorie apartó su dedo la pantalla empezó a brillar. Se asustó y tiró la tablet al otro lado de la habitación. El dispositivo continuó brillando formando una espiral de color plateado que se fue haciendo más y más grande, llegando hasta las patas de la cama de Lorie. Ella reflexionó sobre la situación y al final decidió saltar al vórtice. Cayó, cayó, cayó y cayó por un pozo sin fondo, y cuando pensaba que iba a seguir cayendo por toda la eternidad, aterrizó. Se hallaba en una habitación blanca con un cartel en su centro.


Lorie escribió Mirenva45 en él y pulsó el botón. Entonces ocurrió algo extraño: cuando pulsó el botón de aceptar apareció un screamer.

-Uh, ¡qué raro! Si siempre inicio sesión- Dijo

Lo volvió a intentar y logró entrar. Introdujo su contraseña y empezó a jugar a Roblox. Después de unos minutos la pantalla se glitcheó y se apagó. Lorie, que estaba enfadada y aterrorizada, exclamó:

-¡Pero si estaba a punto de matar a ese jugador! ¿Qué ha pasado? ¿Se ha ido el wifi? ¿o tal vez la luz?

Permaneció fuera de sí hasta que recordó que su madre le había pedido que fuera a hacer la compra. Cogió los veinte yacetafalos que le había dejado encima de la mesa del comedor y se marchó. 

Cuando regresó entró en la sala "moradnegra", conocida también como la sala morada y negra. Su conejo estaba allí sentado esperándola. Lorie se sorprendió porque el animal tenía un ojo marrón y otro azul cielo. Además carecía de pupilas.  Le dio su zanahoria negra con líneas naranjas y puntos morados, porque eso es lo que comen esta tipo de conejos. Se dio cuenta de que algo andaba mal cuando el azul y el marrón de sus ojos se tornó rojo sangre. Ya era demasiado tarde. El animal comenzó a perseguirla y finalmente acabó con la vida de la adolescente. 

Nadie se había dado cuenta de que el conejo era una de las skins de juego de asesinar Roblox al que Lorie estaba jugando. La partida finalizó cuando en una enorme pantalla negra aparecieron las palabras Game over

En ese momento, Lorie despertó. Todo había sido un mal sueño. Ella no tenía un conejo, pero sí mucho miedo. Finalmente consiguió serenarse y volvió a dormirse. Pero...¿seguro que todo fue una pesadilla?




                                                                     Game Over